Por Corrientes al Día
Chile vivió el domingo el mayor giro a la derecha desde el retorno de la democracia, con el contundente triunfo de José Antonio Kast, quien se impuso en el balotaje presidencial frente a la candidata de la izquierda, Jeannette Jara, y se convirtió en el presidente electo del país trasandino.
Con el 99% de las mesas escrutadas, Kast obtuvo el 58% de los votos, contra el 41% de Jara, una diferencia que selló rápidamente el resultado electoral. El líder del Partido Republicano logró más de siete millones de sufragios, convirtiéndose en el presidente más votado de la historia de Chile, con el voto obligatorio que movilizó a millones de ciudadanos que antes se abstenían.
“Chile nos ha dado un mandato, nos pide un cambio real que no admite excusas”, expresó Kast en su primer discurso como presidente electo.
Reconocimiento de la derrota y mensaje democrático
La magnitud de la diferencia llevó a Jeannette Jara a reconocer la derrota pocas horas después. A través de su cuenta en X, la exministra del Trabajo del gobierno de Gabriel Boric escribió: “La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el Presidente electo José Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile”.
Más tarde, ante sus seguidores, afirmó que “en la derrota es donde más se aprende” y llamó a preservar la unidad democrática desde la oposición.
Las claves del triunfo de Kast
El presidente electo capitalizó las transferencias de votos de toda la derecha, tras recibir el respaldo del libertario Johannes Kaiser, de la referente de la derecha tradicional Evelyn Matthei y de buena parte del electorado del economista antisistema Franco Parisi, quien en la primera vuelta había cosechado el 20% de los votos.
La elección estuvo atravesada por la incertidumbre sobre el comportamiento del voto obligatorio, pero ese factor terminó beneficiando a Kast, que amplió su base de apoyo con un mensaje directo y confrontativo.
Abogado de 59 años, fundador del Partido Republicano y referente de la derecha más dura, Kast llegó a la presidencia en su tercer intento, con un discurso centrado en la seguridad, la lucha contra la delincuencia, la migración irregular y la reducción del gasto fiscal.
El presidente electo anunció un “gobierno de emergencia”, aunque aclaró que no implicará autoritarismo. “No hay soluciones mágicas. Los cambios comienzan de inmediato, pero los resultados no se ven de un día para otro”, sostuvo, al tiempo que pidió “fortaleza, constancia y convicción” para atravesar lo que anticipó será un año económicamente difícil.
El triunfo de Kast confirmó el fin del ciclo de la izquierda tras cuatro años de gobierno de Boric. El actual presidente se comunicó telefónicamente con el mandatario electo y reconoció su victoria. “Ha logrado un triunfo claro”, le dijo en la tradicional llamada institucional.
Jara, en tanto, pidió al nuevo gobierno respetar la institucionalidad, los derechos humanos y no retroceder en los avances sociales alcanzados en los últimos años.
Pese a la contundencia del resultado, Kast no contará con mayoría absoluta en el Congreso, por lo que deberá construir acuerdos legislativos para avanzar con sus reformas.
Quién es José Antonio Kast
Nacido en Paine, en la Región Metropolitana de Santiago, Kast es el menor de diez hermanos de una familia de origen alemán. Su figura siempre generó polémica por el pasado de su padre, Michael Kast, quien fue miembro del partido nazi según documentos históricos, aunque el presidente electo rechazó cualquier vínculo ideológico con el nazismo.
Casado, padre de nueve hijos y cercano a sectores del catolicismo conservador, Kast defendió el régimen militar de Augusto Pinochet, aunque negó avalar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese período, una postura que genera fuertes rechazos en amplios sectores de la sociedad chilena.
Su carrera política comenzó en el Movimiento Gremial de la Universidad Católica, fundado por Jaime Guzmán, ideólogo del régimen militar. Fue concejal y diputado por la UDI, pero luego se alejó del partido y fundó el Partido Republicano, con el que consolidó una derecha nacionalista y conservadora que fue creciendo elección tras elección.
Inspiraciones internacionales y modelo de gobierno
Analistas coinciden en que Kast inspira en liderazgos como Donald Trump, Javier Milei, Nayib Bukele y Viktor Orbán. De hecho, reivindica el modelo de “mano dura” de El Salvador y propone medidas como reforzar fronteras, endurecer la política migratoria y aplicar un fuerte ajuste fiscal, con un recorte estimado de US$6.000 millones en 18 meses.
Desde el 11 de marzo de 2026, Chile iniciará una etapa inédita con un gobierno de ultraderecha, el primero desde el regreso de la democracia en 1990. Con un respaldo electoral histórico, pero sin mayoría parlamentaria, José Antonio Kast enfrentará el desafío de gobernar un país dividido, con promesas de orden, cambios profundos y resultados que, según él mismo advirtió, no serán inmediatos.
Con información de El Observador y Medios
