La localidad correntina de San Luis del Palmar atraviesa una nueva emergencia hídrica tras la crecida del Riachuelo, que el domingo alcanzó los cuatro metros de altura y provocó la evacuación de 20 familias, mientras otras 50 permanecen en riesgo por el avance del agua.
“Lamentablemente el Riachuelo experimentó una nueva crecida y tuvimos que habilitar otro centro de evacuados”, explicó el intendente Reni Buján en declaraciones a Radio Dos.
El jefe comunal precisó que el albergue del Mbaya Soto se encuentra colmado y que el Municipio debió habilitar el SUM municipal para albergar a las familias que perdieron sus viviendas o se encuentran rodeadas por el agua.

Los barrios Inmaculada, Virgen del Rosario y San Cayetano son los más comprometidos, donde el Riachuelo desbordó su cauce y el agua avanza sobre calles, patios y viviendas. “La situación es delicada porque además tenemos pronósticos de nuevas lluvias”, alertó Buján.
El intendente explicó que el problema se agrava por dos factores:
- Las persistentes lluvias que saturaron los desagües naturales.
- El alto nivel del río Paraná, que actualmente impide el normal escurrimiento del Riachuelo.

A este panorama se suma un fenómeno inesperado: la cola de un tornado que azotó la cuarta sección rural, provocando daños materiales y complicando las tareas de asistencia.
Desde el Municipio informaron que se mantiene un monitoreo permanente sobre las zonas más afectadas y que se trabaja junto a organismos provinciales para asistir a las familias damnificadas y reforzar los puntos críticos del ejido urbano y rural.
“Estamos recorriendo las áreas más comprometidas, llevando alimentos, colchones y agua potable. La prioridad es cuidar a las familias y evitar nuevos anegamientos”, señalaron desde el equipo de emergencia local.




























