En poco más de dos semanas, Corrientes sumará un nuevo hito para sus pequeños productores frutihortícolas: la apertura oficial de la sala de ventas y de elaboración de alimentos de la Asociación Provincial de Ferias Francas, en el barrio 17 de Agosto de la Capital. El espacio, ubicado en la esquina de Turín y El Trébol, está en su etapa final de acondicionamiento y promete convertirse en un motor clave para que cientos de familias accedan a mercados más amplios y competitivos.
La iniciativa, respaldada por el Gobierno provincial a través del Instituto de Desarrollo Rural de Corrientes (IderCor) y la Municipalidad de la Capital, busca dar un salto de calidad en la comercialización de productos locales. No solo permitirá la venta directa de hortalizas, conservas, chacinados, plantas y artesanías, sino que también contará con un área de capacitación y una sala de elaboración habilitada para garantizar estándares sanitarios provinciales y, a futuro, nacionales.
“Consolidar la cadena productiva y llevar los procesos de industrialización a todas las escalas es un objetivo que nos marcó el gobernador Gustavo Valdés”, destacó Vicente Picó, presidente del IderCor.

Un impulso para más de 400 familias
Actualmente, la Asociación de Ferias Francas reúne a entre 18 y 20 familias por feria en 22 localidades, desde Esquina y Goya hasta Ituzaingó e Itatí. Para su presidenta, Antonia Báez, esta infraestructura es un paso decisivo:
“Es garantizar la inocuidad de los productos, abrirnos a intercambios con ferias de otras provincias y entusiasmar a nuevas generaciones para sumarse al trabajo de la tierra”.
Un proyecto con proyección
La obra contempla, en etapas futuras, la instalación de cámaras de frío, un área de descarga de camiones y hasta dormitorios para productores del interior. Además, el modelo de remates y rondas de negocio, ya probado con éxito en el sector ganadero y en ferias hortícolas de Bella Vista y Tatacuá, podría replicarse en la inauguración, fomentando ventas directas y a mayor escala.

Impacto económico comprobado
El reciente encuentro provincial en el Parque Mitre mostró el potencial de este sector: 370 productores alcanzaron ventas estimadas en más de $330 millones. Algunos viveristas superaron el $1,2 millón y horticultores rondaron el $1,5 millón en ventas.
De la feria a la góndola
Uno de los mayores desafíos para los pequeños productores es formalizarse fiscal y sanitariamente para llegar a supermercados y cadenas nacionales. Con esta sala de elaboración, podrán registrar sus productos, facturar y acceder a nuevos mercados, evitando el desperdicio de mercadería al transformarla en conservas, jugos o dulces.

“Podemos respaldar con herramientas fiscales, sanitarias y financieras, pero el desafío de sostener y aprovechar este espacio está en manos de los productores. Queremos que lo usen todo: desde el sello ‘Hecho en Corrientes’ hasta créditos del Banco de Corrientes”, remarcó Picó.
Si todo avanza según lo previsto, la inauguración se concretará antes de fin de agosto, marcando un antes y un después para el desarrollo de las ferias francas correntinas.