Con una fórmula que intenta combinar territorialidad y renovación, el frente opositor Limpiar Corrientes confirmó su armado principal para la contienda electoral del 31 de agosto. Martín “Tincho” Ascúa, actual intendente de Paso de los Libres, será el candidato a gobernador y estará acompañado por César Lezcano, dirigente del Frente Renovador. En la capital, el elegido para disputar la intendencia es Germán Braillard Poccard, también del massismo.
Desde sus redes sociales, Ascúa anunció con entusiasmo: “Vamos a tener el candidato a intendente que va a ganar Corrientes Capital: Germán Braillard”. Con ese tono triunfalista, se dio por cerrado el primer tramo de un armado que busca plantarse como la principal alternativa al oficialismo provincial liderado por Gustavo Valdés.
Además, se definieron otros nombres en la grilla legislativa: Sara Aparicio, de Bella Vista, encabezará la lista de senadores y Ana Almirón la de diputados. El mensaje que baja el frente es claro: unidad entre kirchnerismo y massismo, con un relato de “reconstrucción” frente a lo que califican como la “desidia” del gobierno provincial y el ajuste del nacional.
Sin embargo, más allá de las declaraciones de buena sintonía y los diagnósticos compartidos, el desafío para Limpiar Corrientes es doble: convencer al electorado de que este nuevo frente realmente encarna una alternativa viable, y hacerlo sin repetir las fórmulas que en elecciones anteriores quedaron lejos de disputar el poder real.
En esa línea, Braillard Poccard aseguró que se viene un cambio “con energía, producción, trabajo y oportunidades”, y valoró la Escuela de Oficios como una de las políticas emblema que se buscará replicar. Ascúa, por su parte, habló de “darle a cada uno la oportunidad de salir adelante”, pero evitó detallar propuestas concretas más allá del slogan del cambio.
La alianza, que fusiona los espacios de Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner, confía en las encuestas que –según afirman desde el entorno del frente– le otorgan a Braillard un piso competitivo en la capital. Aun así, la gran incógnita es si el mensaje de “limpiar Corrientes” puede trascender el juego de nombres y estructuras para transformar realmente el humor electoral en un voto de confianza.
