El 25 de abril se conmemoró el Día Mundial del Paludismo, en este marco desde la Dirección de Enfermedades Vectoriales y Zoonosis recordaron la importancia de la detección precoz de esta enfermedad y remarcaron el valor de contar con un laboratorio propio en la provincia.
El paludismo, o malaria, es una enfermedad febril aguda provocada por parásitos del género Plasmodium que se propagan a las personas a través de la picadura de mosquitos del género Anopheles hembra infectados. Se trata de una enfermedad prevenible y curable.
Se registra principalmente en países tropicales y subtropicales. La gran mayoría de los casos y muertes por paludismo se dan en la Región de África, y casi todos los casos se deben al parásito Plasmodium falciparum. Este parásito también predomina en otras zonas de gran prevalencia de paludismo, en concreto las regiones de Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental. En la Región de las Américas de la OMS predomina el parásito Plasmodium vivax, que causa el 75% de los casos de paludismo.
“En el 2019, Argentina logró la certificación libre de Paludismo otorgado por la Organización Mundial de la Salud, pero aun así se continúa con la vigilancia tanto activa como pasiva de dicha enfermedad”, detalló la directora de Enfermedades Vectoriales y Zoonosis, Lilian Percíncula.
“Ante situaciones de sospecha, se evalúa la situación epidemiológica en tiempo y forma, realizando muestreo con posterior análisis en el Laboratorio Entomológico del Ministerio de Salud Pública, donde además también se reciben diferentes tipos de insectos de interés sanitario para su identificación y clasificación de especies”, precisó Percíncula.
En noviembre del 2021, el ministro de Salud Pública, Ricardo Cardozo, puso en funcionamiento el primer Laboratorio Entomológico de la provincia, ubicado en el hospital Ángela I. de Llano. Cuenta con personal debidamente capacitado en el Centro de Referencia de Vectores (CEREVE), quienes realizan análisis de vectores causantes de enfermedades como Dengue, Zika, Chikungunya, Fiebre Amarilla, Chagas y Paludismo,
Los primeros síntomas del paludismo suelen darse entre 10 y 15 días después de la picadura de un mosquito infectado. Por lo general se tiene fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, aunque estos síntomas pueden ser leves y es difícil atribuirlos al paludismo. En las zonas con paludismo endémico, las personas que han desarrollado una inmunidad parcial pueden infectarse, pero no experimentar síntomas (infecciones asintomáticas).
La OMS recomienda un diagnóstico rápido de los presuntos casos de paludismo. Si el paludismo por Plasmodium falciparum no se trata dentro de las primeras 24 horas, la infección puede progresar a una forma grave, o incluso mortal. En adultos, el paludismo grave puede provocar una insuficiencia multiorgánica, mientras que en los niños a menudo se manifiesta en forma de anemia grave, dificultad respiratoria o paludismo cerebral. El paludismo humano provocado por otras especies de Plasmodium puede causar una forma grave, y potencialmente mortal, de la enfermedad.