El cierre de exportaciones de carne significa volver a cometer los mismos errores, esperando diferentes resultados.
Es una mala noticia para el país y para Corrientes en particular, ya que atenta contra la posibilidad de atraer inversiones que le den valor agregado a nuestra ganadería.
Esta medida generará – al igual que en el pasado- el cierre de frigoríficos, pérdidas de puestos de trabajo y aumentos de los precios por falta de oferta.
Aumentar la producción ganadera generando desarrollo regional es la forma de crecer y abastecer el mercado interno y la exportación.
Sabemos que además, este mecanismo adoptado, vendrá acompañado -como caracteriza a este gobierno- de su inevitable cuota de discrecionalidad, corrupción y venta de favores, tal cual ocurrió en el pasado.