Por Corrientes al Día
El Gobierno de la Provincia, a través del Ministerio de Salud Pública, mantiene un amplio operativo sanitario y social en San Luis del Palmar, donde las intensas lluvias de las últimas semanas provocaron el desborde del riachuelo y de varios arroyos afluentes, dejando a decenas de familias evacuadas y otras tantas aisladas en la zona rural.
Desde el 17 de octubre, cuando se declaró oficialmente la emergencia, el municipio y los equipos provinciales trabajan de forma articulada para garantizar atención médica, asistencia alimentaria, contención social y apoyo logístico a todos los damnificados.
Operativo integral en marcha
La Subsecretaría de Gestión Sanitaria, encabezada por Silvina Vega Bajo, coordina las acciones junto al hospital local y los equipos municipales. La funcionaria remarcó: “Nuestro objetivo es garantizar la atención y el acompañamiento permanente de todas las familias afectadas. Hoy el Riachuelo está en baja, lo cual es una buena noticia para la localidad y las familias que sufrieron las inundaciones”.
Dos centros de evacuación fueron habilitados para recibir a las personas desplazadas: el polideportivo Mbaya Soto, donde se aloja la mayoría de las familias, y el Salón de Usos Múltiples del barrio Cruz de los Milagros, que alberga a otro grupo. Allí, los equipos interdisciplinarios brindan atención médica, acompañamiento psicológico, asistencia alimentaria y elementos de higiene, asegurando también la continuidad de tratamientos y controles médicos en los casos más delicados.

Entre los evacuados se encuentran una mujer embarazada y una niña recientemente operada, quienes reciben seguimiento permanente por parte del personal sanitario.
Asistencia en las zonas rurales y caminos anegados
Si bien el nivel del agua comenzó a descender en el casco urbano, la situación en las zonas rurales continúa siendo crítica. Las intensas lluvias dejaron caminos intransitables y familias aisladas, especialmente en la cuarta y sexta secciones del departamento, y en parajes como Lagunita, donde se registraron voladuras de techos y caída del tendido eléctrico.
En esos sectores, brigadas municipales y provinciales realizan operativos especiales por vía fluvial, trasladando alimentos, medicamentos y asistencia médica a los pobladores que permanecen incomunicados.
“Desde el primer momento trabajamos en conjunto con Desarrollo Social, Defensa Civil, Salud y Vialidad. Cada familia tiene acompañamiento y seguimiento. En estos contextos, la articulación entre áreas es clave para sostener la respuesta”, subrayó Vega Bajo.
Prevención sanitaria y control epidemiológico
El Ministerio de Salud destinó personal especializado y recursos logísticos para reforzar la presencia en la localidad. Equipos de epidemiología y salud comunitaria realizan controles sanitarios para prevenir enfermedades respiratorias y gastrointestinales, frecuentes después de las inundaciones.
Además, se intensificaron las campañas de vacunación y control vectorial para evitar brotes de dengue y otras patologías, en coordinación con los hospitales y centros de salud de la región.
Pronóstico y retorno seguro
Aunque el pronóstico climático no anticipa nuevas lluvias, la funcionaria advirtió que el escurrimiento de las aguas desde los campos podría elevar nuevamente el caudal del riachuelo, por lo que los equipos se mantienen en alerta.
“Estamos preparados para recibir más familias si la situación lo requiere. La prioridad es la salud y el bienestar de las personas. Cuando las condiciones lo permitan, trabajaremos en el retorno seguro a los hogares y en la recuperación de las viviendas”, explicó Vega Bajo.
“En San Luis del Palmar ya hemos atravesado otras emergencias y sabemos cómo organizarnos. Lo importante es estar presentes, cuidar la salud y acompañar a cada familia hasta que pueda volver a su casa”, concluyó.























