Por Corrientes al Día
En la ciudad de Goya avanza el juicio oral contra Gabriela Elizabeth Wihte y su hijo Cristian Sebastián Dening, acusados de montar una presunta estafa piramidal bajo la fachada de una firma de inversiones denominada “Tradeking”, que habría perjudicado a más de 100 personas por un monto cercano a los 100 mil dólares.
El debate oral se desarrolla en la sede del Tribunal Oral Penal de Goya, bajo la dirección del juez unipersonal Ricardo Diego Carbajal, y con la intervención del fiscal Francisco Arrue, el defensor oficial Fernando Andrés Buffil y los querellantes Pablo Fleitas y William Maidana, en representación de las víctimas.
Ronda de testigos concluida: 22 declaraciones en total
El lunes 26 de octubre concluyó la ronda de declaraciones testimoniales con la presentación de seis testigos, completando así un total de 22 personas que pasaron por la sala de audiencias desde el inicio del debate el 17 de octubre. Según se informó, la mayoría de los declarantes son víctimas directas del presunto fraude financiero, quienes relataron cómo fueron convencidos de invertir sus ahorros en un esquema que prometía rendimientos extraordinarios.
Alegatos y veredicto
El miércoles 29 de octubre desde las 8.30 de la mañana se llevarán a cabo los alegatos de cierre, instancia en la que el Ministerio Público Fiscal, la defensa y la querella expondrán sus conclusiones sobre la responsabilidad penal de los acusados. Posteriormente, el juez Ricardo Carbajal dará a conocer el veredicto final, que pondrá punto final a un proceso seguido con atención por la comunidad goyana y por las víctimas que buscan justicia.
La acusación: un esquema tipo “Ponzi” con fachada de inversión
De acuerdo con la acusación fiscal, Cristian Dening (30) se presentaba como “CEO y fundador” de Tradeking, una supuesta empresa de asesoramiento financiero que ofrecía inversiones en dólares con rentabilidades superiores al mercado. Sin embargo, no contaba con autorización de la Comisión Nacional de Valores (CNV) ni respaldo alguno para operar legalmente. El Banco Central lo había calificado como una “persona de alto riesgo de solvencia”.
Para dar apariencia de formalidad, Dening alquiló oficinas en cercanías de la costanera de Goya, mientras que su madre, Gabriela Wihte (50), convocaba a nuevos inversores desde su propio domicilio. Los contratos eran simples pagarés o comprobantes informales. Durante los primeros meses, algunos pagos iniciales lograron generar confianza entre los inversores, pero el sistema colapsó cuando el flujo de dinero se detuvo, dejando a decenas de familias sin sus ahorros.
Huida y regreso al país
Cuando comenzaron los reclamos y las denuncias, Dening se trasladó a Charata (Chaco) y luego viajó a España, donde permaneció hasta poco antes del inicio del juicio. Regresó recientemente para enfrentar el proceso judicial que podría derivar en una condena ejemplar si el tribunal determina su responsabilidad penal.
Similitudes con el caso Generación Zoe
El caso Tradeking guarda notables coincidencias con el escándalo financiero de Generación Zoe, liderado por Leonardo Cositorto, que también operó en Corrientes bajo un esquema de inversiones ficticias y promesas de rentabilidad insostenibles. En ambos episodios, los acusados captaron el dinero de nuevos inversores para pagar a los anteriores, replicando la lógica de los sistemas Ponzi, que colapsan cuando cesa el flujo de aportes.
La sentencia del juez Carbajal es muy esperado por las más de cien víctimas que aguardan una respuesta judicial y un eventual resarcimiento por las pérdidas sufridas.





























