El Gobierno nacional oficializó este lunes la eliminación de las retenciones a todos los granos hasta el 31 de octubre, en un intento de incentivar la liquidación de divisas y reforzar las reservas en medio de la fuerte tensión cambiaria. La medida fue anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni a través de su cuenta en la red social X y quedó plasmada en el Boletín Oficial mediante el decreto 682/2025.
La resolución alcanza a todos los cultivos, incluida la soja —principal producto de exportación del país— aunque persiste la duda sobre si también comprende a los derivados, como harinas y aceites. El objetivo del Gobierno es que el sector agroexportador liquide unos 7.000 millones de dólares en las próximas semanas, lo que podría aliviar la presión sobre el dólar, que este lunes se mantuvo en torno a los 1.500 pesos.
Adorni subrayó que “la vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno” y advirtió que desde el Ejecutivo no permitirán maniobras que afecten a la estabilidad económica.
La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir.
— Manuel Adorni (@madorni) September 22, 2025
Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero…
Impacto en precios y reservas
La eliminación transitoria de las retenciones podría tener un efecto inmediato en el precio de los alimentos y la energía, debido a que la soja y el maíz son insumos clave en las cadenas productivas. Al mismo tiempo, la medida apunta a incrementar la oferta de dólares, dar previsibilidad al mercado cambiario y fortalecer las reservas del Banco Central.
Desde el sector agroexportador destacaron la señal política, aunque remarcaron que la vigencia hasta fines de octubre genera incertidumbre sobre la continuidad del esquema.
Con la decisión, el Gobierno busca ganar tiempo y oxígeno financiero en un mes donde la volatilidad cambiaria y la inflación marcan el pulso de la economía. El efecto final dependerá de la reacción del campo, de la velocidad de la liquidación de divisas y del impacto en los precios internos.
Con información de Bae Negocios