El término se viralizó tras las altas temperaturas que afectaron a Corrientes y la región y se trata de un fenómeno que ha cruzado el hemisferio sur conocido como “domo de calor”, generando que las temperaturas se disparen en las zonas afectadas, según los expertos. En Corrientes, por ejemplo, se elevó a más de 51 grados el sábado y el domingo se registró en la localidad correntina de Ituzaingó una térmica de 46 grado
El domo se calor se forma en un área de alta presión atmosférica cuando el aire caliente es empujado hacia abajo y queda atrapado en un solo lugar, lo que hace que las temperaturas se disparen en una amplia región donde se produce.
Es esencialmente una masa de aire caliente arraigada obstinadamente en un lugar, atrapando a los que están dentro a nivel del suelo en una ola de calor prolongada.
Un domo de calor “es un sistema de alta presión que mantiene temperaturas de entre los 3 y los 33 grados” y “siempre está vinculado a los sistemas de presión”.
Estas olas de calor se dan en lapsos de más de tres días con temperaturas superiores a los 30 grados; pero puede prolongarse ya que deriva a un sistema de alta presión, que literalmente se transforma en una cápsula e impide que los demás sistemas interactúen dentro del mismo territorio.
Los eventos de calor extremo ocurren dentro de la variación natural del clima debido a los cambios en los patrones climáticos globales.
Sin embargo, los científicos señalan que el aumento en la frecuencia, duración e intensidad de estos eventos en las últimas décadas está claramente relacionado con el calentamiento observado del planeta y puede atribuirse a la actividad humana.
Las emisiones causadas por la quema de combustibles fósiles han estado atrapando el calor en la atmósfera desde el comienzo de la era industrial.
Este calor adicional no se distribuye uniformemente por todo el mundo y provoca fenómenos meteorológicos extremos, como las intensas olas de calor.