Las autoridades paraguayas iniciaron este miércoles excavaciones en el sur del país en la búsqueda de los restos del cuerpo del estudiante correntino, Cristian Schaerer, secuestrado en septiembre de 2003 y quien posiblemente fue mantenido en cautiverio en Paraguay.
Un equipo de investigadores y excavadores llegó a un terreno frondoso de la localidad de San Pedro del Paraná, en el departamento de Itapúa, la zona donde, según un testigo protegido, fue enterrado el cuerpo de estudiante argentino, comentó a periodistas Juan Pedro Schaerer, padre de Cristian.
“Estamos haciendo las excavaciones en esta zona de acuerdo con el dato que nos dio una persona en noviembre”, señaló Schaerer.
Agregó que, a pesar de que han pasado 20 años del secuestro de su hijo, la tarea de encontrarlo sigue siendo una “materia pendiente”.
Schaerer, exministro de la provincia argentina de Corrientes, aseguró que a lo largo de dos décadas se han realizado “más de 10 veces” excavaciones en distintos lugares para intentar dar con el cuerpo de su hijo.
Las excavaciones de este miércoles se detuvieron debido a la lluvia y continuarán este jueves, según información difundida por la prensa paraguaya.
Cristian Schaerer, quien tenía 21 años cuando fue secuestrado el 21 de septiembre de 2003, en Corrientes y no fue localizado a pesar de que en noviembre de 2003 su familia pagó 273.000 dólares de rescate.
En dos juicios orales, la Justicia condenó a 12 personas en la causa. Otros dos esperan juicio.
El secuestro más largo de la historia Argentina
Hace casi 20 años Christian Schaerer se encuentra en condición de desaparecido, lo que se considera el secuestro más largo de la historia criminal argentina.
El secuestro ocurrió el 21 de septiembre de 2003. Según se pudo reconstruir, a las 23.30, cuando llegó a su casa del barrio Las Tejas de la ciudad de Corrientes a bordo de su auto Mercedes Benz y justo antes de ingresar al garaje, fue interceptado por cuatro delincuentes que mediante golpes y amenazas lo subieron a un Fiat Duna blanco.
Desde Las Tejas, Schaerer fue conducido hasta un galpón de la localidad de Saladas, a unos 110 kilómetros de la capital correntina. Allí se estima que el joven estuvo entre los días 22 y 23 de septiembre, hasta que la banda decidió llevarlo a una chacra de Paso de los Libres, donde permaneció aproximadamente quince días.
El cautiverio del estudiante correntino traspasó la frontera, porque luego fue cruzado por el río Uruguay hacia la ciudad brasileña de Uruguayana, donde estuvo otros quince días privado de su libertad en dos inmuebles distintos.
El 6 de noviembre, siguiendo las instrucciones de los secuestradores, la madre de Schaerer viajó primero a Encarnación y luego a Ciudad del Este, donde la hicieron recoger varias postas con indicaciones hasta dejar los 277.000 dólares del rescate en el lugar elegido. Ese dinero se repartió en la ciudad brasileña de Curitiba, pero a Christian nunca lo liberaron.
La última prueba de vida había sido entregada en octubre de ese año. En una grabación enviada a su madre y hermano, el muchacho dio detalles de su infierno: “Estoy todo destruido, estoy todo quebrado, todo lastimado, todo ensangrentado. Estoy sin comer, estoy sin tomar agua, si no pagan en pocos días me voy a morir. Estoy golpeado, estoy ensangrentado. Tengo la pierna rota, la rodilla rota, tengo la cabeza lastimada, tengo todo el cuerpo mutilado, tengo diez kilos menos y me falta un diente. Me faltan varios dientes, si me ven no me van a reconocer”.
Con información de EFE y la vanguardia.com – video: ABC tv