El Gobierno estableció nuevos parámetros para la exportación de carne, después de las restricciones dispuestas a mediados de 2021. Para la Nación, se busca garantizar el abastecimiento del mercado doméstico y contrarrestar el aumento de precios en el mostrador. Sin embargo, genera polémica con productores.
La Subsecretaría de Ganadería del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación publicó en el Boletín Oficial las resoluciones 301/21 y 302/21 que instrumentan el Decreto N° 911/21 del presidente Alberto Fernández y la resolución conjunta con la cartera de Desarrollo Productivo N° 10.
“Este paquete de medidas establece un marco normativo para la comercialización y exportación de la ganadería argentina para los años 2022 y 2023”, según informó el Gobierno nacional.
De esta manera, se estableció la suspensión de los envíos al exterior de los siguientes cortes bovinos frescos, enfriados o congelados: reses enteras; medias reses; cuarto delantero con hueso; cuarto trasero con hueso; medias reses incompletas con hueso y cuartos delanteros incompletos con hueso.
Además, se suspenderá la exportación de los siguientes cortes preferidos por el mercado interno:
Asado con o sin hueso
Falda
Matambre
Tapa de asado
Nalga
Paleta
Vacío
La medida entró en vigencia el 1 de enero de 2022 y, según se informó a la prensa, “se ha consensuado con las entidades de productores (y la industria frigorífica), con el objeto de dar previsibilidad y confianza a la ganadería argentina, garantizando la producción, la exportación y el consumo de los argentinos, en base a los análisis técnicos del sector”.
Finalmente, el Gobierno dispuso que las carnes vacunas destinadas al comercio minorista deben salir de los frigoríficos en unidades de hasta 32 kilogramos, atendiendo a la solicitud de las entidades gremiales del sector. Para cumplir con estos requisitos se otorgan plazos de hasta seis meses.