Ambas comunas muestran un notorio número de electores cada vez que hay comicios. Superan largamente a la cantidad de habitantes y los vecinos detallan el “modus operandi” de las actuales autoridades municipales para que eso suceda.
Con pequeños interregnos de tiempo en los que fueron reemplazados por algunos de sus familiares más cercanos, Osvaldo Pérez en Bonpland y Maria Clodicea Brambilla, “Marisa” para los lugareños, en Parada Pucheta, llevan más de 20 años ejerciendo el poder de manera férrea en ambas localidades.
El caso de Bonpland es sumamente asombroso. Y la maniobra se repite año a año. Colectivos que llegan desde localidades entrerrianas con gente que, misteriosamente, posee sus domicilios en la pequeña comarca y emite su sufragio allí, es vista una sola vez y nunca más durante tiempos posteriores.
Calles, como San Martín, que registran más de 400 votantes y que cuando se las transita se observan apenas dos o tres casas, alimentan la sospecha de los pobladores. Una vecina que evitó dar su nombre por temor a futuras represalias le dice angustiada al enviado de NOTICIAS DIGITALES que “hace años que nosotros no elegimos a nuestras autoridades. Da mucha bronca porque los que están, ganan siempre con votos que vienen de afuera”. En otra arteria denominada “Yapeyú”, según el padrón electoral, hay 75 electores. En el lugar hay asentadas 5 casas pequeñas lo que hace que la duda persista y se agigante.
La operación electoral, inclusive, se anuncia de manera rimbombante e impune por redes sociales. Diferentes posteos de miembros del Justicialismo, partido gobernante en ambas localidades, avisan cómo será el traslado e, insólitamente, felicitan a quienes concurrirán, en el caso del comicio que se avecina, a sufragar por Fabián Ríos, candidato a Gobernador del Frente Corrientes de Todos.
Cuando uno indaga acerca del motivo de este desmesurado aumento en la cantidad de electores, que en el caso de Bonpland casi triplica a la cantidad de habitantes del poblado, se encuentra con motivos varios. Según testimonios de los vecinos, hay promesas de exención de impuestos, de radicación de vehículos particulares a bajísimo costo y, en consonancia con los tiempos que corren, de vacunación contra el COVID-19. Los contactados cambian de manera urgente el domicilio en el DNI y a partir del entrecruzamiento de datos correspondiente, son legalmente ciudadanos de Pucheta y Bonpland.
En Parada Pucheta pasa algo similar, aunque en menor medida. La nómina electoral ha ido cayendo en virtud de denuncias de vecinos y de un éxodo importante. Sin embargo, la cantidad de ciudadanos habilitados para votar también supera a la cantidad de moradores.
“No podemos tener el pueblo que queremos. No somos libres a pesar de poder votar porque vienen otros y eligen a los que nos van a gobernar, y eso no es justo” reflexiona una anciana vecina de Bonpland. La justicia ya investiga de oficio y seguramente con el paso del tiempo, esta clase de maniobras terminará y ambas localidades, finalmente, tendrán a los gobernantes que los lugareños elijan sin intromisiones ni falsedades.